viernes, 23 de octubre de 2015

Todos contra el cáncer de mama

Coincidiendo esta semana con el día mundial contra el cáncer de mama nos gustaría hablaros sobre los alimentos que pueden prevenir el riesgo de padecer cáncer de mama.

¿Pueden los alimentos reducir el riesgo de tener cáncer de mama?
Ningún alimento o dieta puede prevenir la aparición del cáncer de mama. Sin embargo, algunos alimentos pueden hacer que el cuerpo esté lo más sano posible, fortalecer el sistema inmunitario y ayudar a mantener el riesgo de tener cáncer de mama lo más bajo posible. Los alimentos o la dieta tampoco pueden curar el cáncer, pero algunos de ellos pueden contribuir a controlar los efectos secundarios del tratamiento o ayudar al cuerpo a recuperarse después del tratamiento. Algunas opciones alimentarias podrían hacer que el tratamiento del cáncer sea más eficaz o ayudarte a mantenerte sana. Otros alimentos pueden ser peligrosos e interferir en el tratamiento y la recuperación.
El peso saludable reduce el riesgo de tener cáncer de mama por primera vez y su recurrencia.

Mantener un peso saludable puede ayudar a reducir el riesgo de recurrencia del cáncer de mama. En un estudio de 2005, los investigadores determinaron que las mujeres que subieron de peso después de recibir el diagnóstico de cáncer de mama tuvieron mayor riesgo de recurrencia.
Los estudios sobre el mantenimiento de un peso saludable y la reducción del riesgo de tener cáncer de mama por primera vez indican que las mujeres que tienen sobrepeso tienen mayor riesgo de tener cáncer de mama después de la menopausia en comparación con las mujeres que tienen un peso saludable.
Una dieta de bajo contenido graso puede reducir el riesgo de tener cáncer de mama por primera vez y de recurrencia.

Seguir una dieta de bajo contenido graso puede ayudar a reducir el riesgo de recurrencia del cáncer de mama. En un estudio en el que las mujeres recibían solamente alrededor del 25 % de las calorías diarias a través de las grasas, se determinó un riesgo menor de recurrencia, principalmente en las mujeres previamente diagnosticadas con cáncer de mama de receptores de estrógeno negativos. Se necesitan otros estudios para saber quiénes tienen más probabilidades de obtener el mayor beneficio de cambios alimenticios específicos. Sin embargo, independientemente de la clase de cáncer que hayas tenido, puedes obtener importantes beneficios al reducir la cantidad de grasa en tu dieta. Además, al seguir una dieta de bajo contenido graso, es más probable que tomes otras decisiones saludables, por ejemplo, comer más frutas y verduras, y bajar de peso. Todos estos cambios juntos pueden ayudar a reducir el riesgo de recurrencia.
En el importante estudio Women's Health Initiative (Iniciativa de Salud para las Mujeres), se comparó el riesgo de tener cáncer de mama de las mujeres posmenopáusicas que siguieron una dieta de bajo contenido graso con las que continuaron con su dieta habitual. Los investigadores no encontraron diferencias importantes entre los dos grupos en cuanto al riesgo de tener cáncer de mama. Sin embargo, el estudio indicó que una dieta de bajo contenido graso puede reducir el riesgo de tener cáncer de mama por primera vez en las mujeres cuyas dietas tienen un contenido muy alto de grasa. Se necesitan más estudios para determinar si esta relación se intensifica con el tiempo. Al reducir las grasas y aumentar las frutas, las verduras y los granos integrales en tu dieta, también te asegurarás de que tu cuerpo reciba suficientes nutrientes y mejorarás tu salud en general. Además, una dieta de bajo contenido graso probablemente te ayude a bajar de peso, si es algo que intentas lograr.
Ningún alimento o suplemento está relacionado específicamente con el cáncer de mama.

No existen pruebas concretas de que un alimento o suplemento específico reduzca el riesgo de tener cáncer de mama o el riesgo de recurrencia.
Las investigaciones indican que obtener los nutrientes que necesitas de una variedad de alimentos, especialmente frutas, verduras, y granos integrales, puede hacerte sentir muy bien y darle a tu cuerpo la energía que necesita. Puedes obtener los nutrientes necesarios de los alimentos que ingieres. Si estás pensando en tomar suplementos, es recomendable que un nutricionista diplomado evalúe tu dieta. Es posible que necesites un poco más de un nutriente específico, como folato o vitamina A. Por ello las mujeres, tanto las que tuvieron cáncer de mama como las que no lo tuvieron, generalmente toman un suplemento mineral o polivitamínico. Muchas mujeres también necesitan suplementos de calcio para satisfacer sus requisitos diarios de calcio.
Se están llevando a cabo investigaciones sobre la dieta y el cáncer.
Los estudios intentan determinar la relación entre la dieta y el riesgo de tener cáncer de mama y el riesgo de recurrencia. El estudio Women's Health Initiative indicó que una dieta de contenido muy bajo de grasa podría reducir el riesgo de tener cáncer de mama. Se necesitan más investigaciones sobre este importante tema para las mujeres que desean adoptar una buena alimentación a fin de reducir su riesgo de tener cáncer de mama.
Los médicos y los nutricionistas esperan con ansias los resultados del estudio Women's Healthy Eating and Living (Alimentación y vida saludables para las mujeres). Este estudio procura determinar si una dieta rica en frutas y verduras y de bajo contenido graso puede ayudar a reducir la recurrencia del cáncer de mama, pero los resultados no estarán listos hasta dentro de algunos años. 
Mientras tanto, los nutricionistas recomiendan lo siguiente:
·         Mantén tu peso corporal en valores saludables para tu estatura y tu cuerpo. El índice de masa corporal aunque no sea una medida perfecta, puede ayudarte a calcular tu peso saludable.
·         Come muchas verduras y frutas (más de 5 tazas por día).
·         Intenta limitar el consumo de grasa a menos del 20 % de las calorías totales diarias. Esta es una cantidad sumamente baja de grasa para consumir (una cantidad promedio es del 30 % al 35 % de las calorías diarias totales). Para comenzar, elimina algunos de los alimentos de más alto contenido graso (por ejemplo, las comidas fritas y la margarina) y poco a poco reduce la cantidad de grasa que comes.
·         Come alimentos ricos en ácidos grasos omega 3.
·         Evita las grasas trans, las carnes rojas y los alimentos quemados o ahumados.
Verás que los alimentos procesados generalmente no son tan adecuados para este tipo de dieta como los alimentos frescos.

Para elaborar una dieta saludable que satisfaga tus necesidades, solicita asesoramiento a un nutricionista diplomado. El nutricionista evaluará detalladamente tus antecedentes médicos, alimenticios y de peso. Luego, junto contigo, elaborará un plan individualizado para que cumplas con todos tus objetivos:
·         mantener tu riesgo de tener cáncer de mama lo más bajo posible
·         proporcionarte una buena nutrición

·         mantenerte lo más sana posible



Mucho ánimo a todas las luchadoras, vosotras podéis con todo.

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